Testimonios Reijrink Staalconstructie

La sala de exposición del sur

El primer contacto se convirtió en una estrecha colaboración. También se creó un estrecho vínculo entre los dos empresarios. En este momento, se ha construido en Esbeek una nueva y bonita nave de producción con maquinaria de Voortman Steel Machinery. Realizada por Voortman. "Somos, por así decirlo, la sala de exposición de Voortman en el sur de los Países Bajos", dice Willem Reijrink riendo.

De herrería agrícola local a construcción de acero a nivel mundial

Todo comenzó hace 55 años en Diessen, cerca de Esbeek. "Mi padre, hijo de un granjero, abrió una herrería agrícola en las afueras de Diessen", explica Willem Reijrink. La empresa creció poco a poco y las actividades se trasladaron a la construcción de establos agrícolas y edificios utilitarios. Hace unos 15 años, Reijrink se quedó pequeña en Diessen y se trasladó a la fábrica de Esbeek. La empresa, con sede en Brabante Septentrional, procesa unas 150 toneladas de acero al día. "Y lo que entra debe procesarse de nuevo lo más rápido posible", añade Erik de Brouwer, supervisor de obra de Reijrink Steel Construction.

Cada vez hay más trabajo

Willem Reijrink muestra con orgullo en un mapamundi dónde opera su empresa con las vigas que Reijrink suministra para construcciones de acero. "Los Países Bajos, Bélgica y Alemania representan juntos el 10 % de nuestro mercado total de ventas; el resto se envía a todo el mundo. Todo se produce y desarrolla aquí. Y la demanda no deja de aumentar. No es de extrañar si se tiene en cuenta todo lo que se va a construir en un futuro próximo. No solo en la construcción residencial, sino también en la industria. Los edificios industriales están obsoletos, son demasiado bajos o demasiado pequeños y ya no cumplen las normas actuales. Así que también nosotros tenemos cada vez más trabajo. Actualmente trabajamos en tres turnos, las 24 horas del día".

La necesidad de una segunda línea de producción

En un momento dado, el trabajo era tan intenso que se necesitaba una segunda nave con una nueva línea, en la que Voortman participó activamente. "Voortman nos convenció de que adaptáramos la nave a la línea de producción que había que construir y no al revés. Un equipo de Voortman tomó medidas precisas de todo de antemano. Una vez que diseñamos la configuración ideal, solicitamos el permiso de construcción y comenzamos a construir".
Al mismo tiempo, se trazó una línea de máquinas en Voortman. El trabajo en este sentido se llevó a cabo en paralelo a la construcción de la nave. "El método desarrollado e implementado por Voortman nos aportó muchas ventajas. Por ejemplo, pudimos mantener en funcionamiento nuestra línea de máquinas existente de forma continua. Ha habido muy pocos o ningún paro en la producción", explica Erik de Brouwer.

Calidad, servicio y fiabilidad

Erik de Brouwer también tiene una estrecha relación con Voortman. Trabajó para Voortman en Rijssen durante cuatro años antes de volver a Reijrink en 2020, donde comenzó su carrera cuando era un chico de 15 años. Siempre ha sido un admirador de las máquinas de Voortman: "También hemos mirado a la competencia en alguna ocasión, pero al final Voortman siempre ha ganado. En cuanto a calidad, servicio y fiabilidad. En el improbable caso de que algo falle en una máquina, llamamos al servicio de asistencia. Nueve de cada diez veces, pueden leer nuestras máquinas de forma remota y solucionar el problema. En el raro caso de que no puedan, acuden al lugar en pocas horas para solucionar el problema".